jueves, 19 de agosto de 2010
¿ Donde están las manos de Dios?
Hoy me enfrente a Dios y le pregunte:
¿Señor donde están tus manos?
Dios: ¿Por que me preguntas eso hijo mio?
Yo: Señor por que cada vez que salgo a la calle veo tanta injusticia, gente que añora una caricia, ancianos olvidados que piden a grito un consuelo y la juventud perdida en las drogas.
Dios: Hijo por si no te has dado cuenta mis manos son tus manos, atrévete a usarlas para lo que fueron hechas , para dar amor y alcanzar las estrellas.
Y comprendí que las manos de Dios somos "TU y YO",
los que tenemos voluntad, el conocimiento y el coraje para luchar por un mundo más humano y justo, aquellos cuyos ideales sean tan altos
que no puedan dejar de acudir a la llamada del destino, aquellos que desafiando el dolor, la crítica y la blasfemia se reten a si mismos para ser las manos de Dios.
Por eso hoy queridos lectores yo les invito a que a partir de este momento tus manos sean las manos de Dios, por que para eso Jesucristo las hizo para que tu y yo seamos su ayuda idónea en esos momentos en que la gente agoniza en su dolor, pero que tu y yo llevaremos ese mensaje de aliento a quien de veras lo necesitan y sobre todo que conozcan al Dios verdadero, ya que es el la vida eterna (san juan 17:3)
miércoles, 18 de agosto de 2010
Estoy contigo para salvarte.
¿Se le podrá quitar la presa al poderoso, o rescatar al cautivo del tirano?
Ciertamente así dice el SEÑOR: Aun los cautivos del poderoso serán recobrados, y rescatada será la presa del tirano; con el que contienda contigo yo contenderé, y salvaré a tus hijos.
Toda carne sabrá que yo, el SEÑOR, soy tu Salvador tu Redentor, el Poderoso de Jacob.
No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.
No tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros , pero sin pecado.
Por cuanto El mismo fue tentado en el sufrimiento, es poderoso para socorrer a los que son tentados. Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre, y el SEÑOR se deleita en su camino.
Cuando caiga, no quedará derribado, porque el SEÑOR sostiene su mano.
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